Ignacio Padilla










El perro y Soda Stereo / Romina Cazón



Cuando era niña,
vi cómo mi abuelo,
es decir mi padre,
es decir un hombre inconcluso,
se llevaba al  perro que yo más quería.

No tenemos dinero para darle de comer, dijo.

Entonces yo conocí el dolor  y también la forma de aguantarlo.

Abuelo,
es decir padre,
es decir hombre inconcluso
hay tres perros en la casa
y donde comen tres pueden comer cuatro.

No tenemos dinero para darle de comer, dijo

Días  más tarde,
el perro estaba de regreso.
Había recorrido  95 km.
¡Nadie se lo pudo creer!
Traía en la  boca un cassette  de Soda Stereo.

Entonces supe que la vida podía ser un intercambio, en la que algunas veces iba a salir ganando. 







Argumentos de un maniquí ebrio / Romina Cazón




Abra la puerta


Abra la puerta.
Es probable  que si no encuentra su copa de vino
hallará a su mujer abierta
para alguien que no será usted.

¡Abra!

Deje de gastar sus zapatos.
No camine a la izquierda,
tampoco a la derecha.
No busque nada en google maps.
El lugar está aquí.

¡Abra!

Detrás suyo no está su sombra.
La sombra estará pronto en su memoria
y no tendrá pies para esquivarla.

La puerta espera.
Si no halla a su mujer,
encontrará a su copa de vino
y también sombra para su memoria.

¡Abra!

No se deje convencer,
si no halla lo que buscaba
estará su mujer
pero no abierta,
usted tendrá que beber
y después abrirla
o abrirla y después beber.


¡Abra!



Bonnefoy



Angelito, crucificado




Historia de los huesos de un caballo - (Rosario Loperena - Gif. Romina Cazón)



Caballo Caballita
Planea la estampida
entre los dientes

Planea muda su residencia
buscar luz
abandonar los labios

Se descuelga lentamente de la boca
atraviesa la garganta
se desliza lento muy lento
por dentro por debajo
olvidando el eje de las hablas


Rosario Loperena (Texto de Historia de los huesos de un caballo)

Nada de otro mundo.

Vine a México
porque me dijeron que hay buenos poetas:
poetas dulces
poetas amables
poetas chidos.
Que no eran como los de Argentina
que se tienen envidia hasta por la cama.
Que no eran como los de Bolivia
que se lo toman todo personal.
Que no eran como los de Chile
que se quieren matar entre ellos.
Vine a México
porque me dijeron que hay buenos poetas.
En efecto son buenos:
buenos para  tirar mierda
buenos para envidiar
buenos para hacer chisme.

Nada nuevo.
Nada de otro mundo.



Pieza visual / No somos nada


Yo soy una hermanita de la caridad - Ángel Ortuño


YO SOY UNA HERMANITA DE LA CARIDAD

El mundo es un pañuelo

y
apesta.

Compraré otro, ¿sabes?,
en cuanto me devuelvan lo que pagué o encuentre
la nota

(que no es este papel: yo no uso
pañuelo).

¿Y qué se necesita para hacerme cantar
si no quieres atarme
con listones?

Amenazarme, claro! Acertaste.

Ángel Ortuño

4 poemas de La mujer de Nazareno



*

Tengo pan y vino en mi mesa.
Si  alguien llega le doy una silla
y le hablo extensamente sobre la dictadura
como si yo la hubiera vivido.
Finjo, pues,
a veces no se me da otra cosa
que amarrar  muchos hilos.

*

Dejé de ir a misa
cuando supe que mi hogar era un templo:
no ortodoxo y de larga lengua venenosa.
Aquí seguidamente se dice mucho
al elegir la ropa para ir a trabajar
y cuando pagamos las deudas.
Nos quejamos,
pero nada que al más próximo ofenda.
La saliva sale benignamente
para dormir las ocho horas necesarias.

*
Aprendí las plegarias
con tos, fiebre y látigo
como quien se cura una herida con su mano rota,
pero nunca me quejé de Cristo
en una mesa o cama.
Hice el amor y bebí reiteradas veces
con la sospecha que ese hombre noble
aún muerto ponía sus ojos  en mi frente.
Por  eso nunca perdí la fe,
sólo me olvidé  de sus altares exageradamente lujosos
que en este momento putearía en voz alta,
Pero no, misericordiosa es mi saliva.


*

Magdalena, la historia se cierra
en los labios
en un sábado sin gloria
con mis gatos en las piernas
y el timbre del teléfono
con un número equivocado.
No concluye  el acto,
tampoco  la carne.
Puntual es la hora en que dejo mi cuaderno
para ir a cenar.


Un día me apareció un tumor en la cabeza / Romina Cazón




Un día me apareció un tumor.
Le dije como si fuera mexicana:
cabrón ni creas que te puedes quedar
en mi lóbulo derecho.
Y el cabrón tumor se quedó por tres años
y me hizo llorar cuando manejaba mi Ford,
cuando  daba clases,
cuando pagaba mis remedios.

Yo  le decía al tumor
que se largue de una vez,
y el tumor quería estar conmigo,
quería amarme con su amor ojete,
con su mirada ojete,
con su vida ojete.

Un día me lo encontré distraído
y  le pateé la cara.
Lo mandé a chingar a su madre.


Los amores tóxicos no van conmigo.



¡Mi hijo quiere ser poeta!


El poema se defiende solo




Mi madre es una burlona


Siempre dice que no escribo poemas,
pero yo digo que sí.
Lo aseguro porque en diez años
he vendido cuatro Ford
y nadie me ha regateado ni un sólo centavo.


Es una pena

“Es una pena que no se lea poesía”  (Hugo Hiriart) y que  usted no sea la poesía o que la intente hacer desde el sillón que le da el PRI, poniéndose como víctima de la violencia y el narco. ¿Acaso no es igual escribir feminicidio y PRI?
Es una  pena que los poetas justifiquen la cursilería a los “poetas conocidos” y que no se la quieran perdonar al poeta que está abajo. La varita con que se juzga debe ser exacta.
No (se) engañe, cuando  crítica no es la misma versión en lunes o domingo, tampoco si es Fulano o Mengano.
Es una pena que se deje abrazar por el poder, cuando según Huidobro, la primera, segunda, tercera… condición del poeta es la creación.
La chica tiene lindas piernas, pero NO escribe. No pretenda ver que escribe bien, sólo son piernas
“No  confunda amor con literatura ni biografía con bibliografía” (Emmanuel Carballo). 



¿A quién le tengo que leer mis poemas?






Soy Poeta ...



Soy poeta,
pero doy clases de informática.
Soy poeta,
pero arreglo computadoras.
Soy poeta,
pero me dedico a las herramientas de corte de carburo.
Soy poeta,
pero asesoro a empresas aeronáuticas. 
Soy poeta,
pero tres horas diarias, tengo que vender seguros de vida.
Soy poeta,
es un decir nada más.

Estaba bromeando, tenía ganas de jugar.



La otra idea del cuerpo / Romina Cazón


La idea de la idea de la idea de la idea de la idea de la idea del cuerpo, del otro cuerpo, del no cuerpo, del invento del cuerpo, de la imaginación del cuerpo. RC.













Cómo matar a los poetas y no morir en el intento


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