Luego
de escribir un poema
tuve
una charla conmigo misma.
Resolví
que un poema
no
me da de comer,
tampoco
me paga la luz ni el gas.
Un
poema es egoísta,
le
importa tres pepinos mis deadlines.
Cómo
es posible que un poema sea tan mierdoso,
qué
no sea capaz de decirme:
buen
día, que tengas un gran sábado.