De
niña quise ser política
por
eso es que soy poeta
para
cavar pozos y no esperar nada
y
para taparlos y no esperar nada.
Panero,
moriría de nuevo si no afirmo
con
mi lengua ágil que son un manicomio tan bello
para
fabricar la ansiedad y el hastío
Todo
esto lo sé porque fui a visitarlo a España
y
me susurró tabaco y saliva.
Entonces qué más da si mi pozo es
o
no profundo
o
no real
o
no bello
o
no una fábrica.
La
poesía
es
tan inteligentemente atractiva
y
tan políticamente seductora
que
cavar no es inconveniente.