Cuando era niña,
vi cómo mi abuelo,
es decir mi padre,
es decir un hombre
inconcluso,
se llevaba al perro que yo más quería.
No
tenemos dinero para darle de comer,
dijo.
Entonces yo conocí el
dolor y también la forma de aguantarlo.
Abuelo,
es decir
padre,
es decir
hombre inconcluso
hay
tres perros en la casa
y
donde comen tres pueden comer cuatro.
No
tenemos dinero para darle de comer, dijo
Días más tarde,
el perro estaba de regreso.
Había recorrido 95 km.
¡Nadie se lo pudo creer!
Traía en la boca un cassette de Soda Stereo.
Entonces supe que la vida podía
ser un intercambio, en la que algunas veces iba a salir ganando.
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