Mi madre y el felino / Romina Cazón



Recibí una carta  que viene desde el Sur.  Me senté y la leí. Después lloré porque la escribió mamá. Ella dice que moriré pronto si fumo demasiado  y  le creo. Cuando  se me olvida  fumo y al día siguiente  me postro  en el lecho para pagar la  desobediencia.


Mi madre dice  que se pinta el pelo de negro desde mi partida y que encontró  la mejor manera de  vivir al sustituirme con  un gato gordo. Me pregunto  si es posible que un gato gordo me reemplace. Y si es así pido perdón porque ya encendí  un cigarro para elegir el día de mi muerte.