La familia de
Magdalena vive sobre una piedra.
La que yo hice está
al estirar los brazos.
Tengo pan y vino en
mi mesa.
Si alguien llega le
doy una silla
y le hablo
extensamente sobre la dictadura
como si yo la hubiera
vivido.
Finjo, pues,
a veces no se me da
otra cosa
que amarrar muchos hilos.